El verano siempre trae un intenso calor y altas temperaturas. Para combatirlo nos refrescamos en la playa y la piscina, pero también optamos por alimentos más ligeros como ensaladas y cremas frías. También en los que se refiere a los postres fríos que se convierten en los más queridos en esta época del año.
En Rochina te damos algunas ideas para que el mes de agosto sea lo más refrescante posible. Se trata de una serie de minirecetas muy fáciles de preparar. No hace falta horno y podrás aprovechar la fruta de la temporada para hacerlo. El frigorífico y el congelador serán tus máximos aliados para estos postres fríos que querrán tomar siempre.
Ejemplos de postres fríos para el verano
– Sopa de melón: hay muchas maneras de preparar una sopa de melón. Una de las opciones más interesantes es acompañarlas con bolitas de yogurt y salsa de fresa. Es un postre elaborado ya que tendrás que hacer las esferificaciones de yogur, pero triunfarás seguro con la receta.
– Sopa de sandía: una manera de mezcla de manera eficiente varias frutas de temporadas es esta sopa de sandía. Para ello solo tienes que triturar la sandía para hacer la sopa y después acompañarla con unas brochetas hechas de melón y cerezas. Un postre frío muy fácil, sano y refrescante.
– Mousse de frutas del bosque: otro de los postres fríos más interesantes del verano una mousse de frutas del bosque. Hay muchas recetas diferentes, nosotros apostamos por elaborarlo con grosellas, frambuesas, queso de untar y nata. Es muy fácil de hacer y servir muy frío tras una comida.
– Tarta helada: además de los típicos helados que podemos elaborar para refrescarnos; otro postre interesante es la tarta helada. Hay muchas maneras de conseguirlas, pero puedes apostar por una capa compuesta de frambuesas, otra de frutos secos, una de café y todo sobre una base de crema de pistachos.
– Biscuit de queso: si te gusta el queso y no quieres renunciar a tomarlo, puedes hacerlo de manera refrescante. Por ejemplo, en un biscuit de queso, un riquísimo postre que puedes acompañar con brochetas de fresas. Si no apasiona el queso, elige otra variedad como el biscuit de café o el biscuit de plátano con chocolate caliente. La elección es tuya.
– Sorbete helado de limón: quizás se haya convertido en uno de los clásicos postres fríos del verano. Es una receta muy básica donde solo necesitas limón, nata, cava y algún alcohol (como el vodka). Se suele emplear para favorecer la digestión después de una comida copioso.
Y a ti, ¿qué postre frío te gusta más en verano?