Seguimos repasando algunas de las instalaciones frigoríficas indispensables que no pueden faltar en negocios de restauración, hostelería y supermercados. Son, por ejemplo, los conocidos como murales frigoríficos. Se trata de equipos de frío y maquinaria indispensable en los establecimientos dedicados a la comercialización de alimentos o bebidas. Tanto sean pequeños supermercados como grandes almacenes.
Son vitrinas que desempeñan dos funciones importantes en los comercios: exhibir los productos ante los clientes y mantener cada uno de ellos a la temperatura adecuada para su conservación. Por eso, desde Rochina te damos a conocer algunas de las claves para conocer mejor los murales frigoríficos.
Pautas para entender cómo son los murales frigoríficos
– Temperatura: una de las funcionalidades de los murales radica en mantener la temperatura de los productos del interior. Se realiza para todo tipo desde bebidas a carnes, embutidos o sushi, entre otros. Cada uno necesita una temperatura a la que conservarse y este estas instalaciones frigoríficas saben adaptarse a ello.
– Presentación: el empleo de los murales de este tipo no solo garantiza la seguridad alimentaria; también influyen en la presentación de los productos. Es una manera para que los alimentos, carnes o bebidas conserven todas sus propiedades durante más tiempo: textura, color o sabor.
– Autoservicio: estos murales son una gran solución para locales de restauración y hostelería. La razón es que favorecen el autoservicio, donde el cliente puede escoger directamente y sin intermediarios el producto que desea. Es una manera para facilitar el consumo de los clientes favoreciendo la rapidez que suelen ser vitales en muchos de estos negocios.
– Abiertos o cerrados: los murales frigoríficos pueden ser tanto abiertos como cerrados. Las dos modalidades son igualmente validas en tu negocio. Si son abiertas, eliminarás las barreras que existen entre el consumidor y el producto favoreciendo la venta. Si son cerradas, la conservación de los alimentos será mejor ya que no están continuamente expuestos al exterior.
– Locales: podemos observar este tipo de instalaciones en cafeterías self-service, pastelerías, heladerías, panaderías o bombonerías. También en comedores de colegios, hospitales, hoteles e incluso restaurantes. Son recurrentes para exponer determinados alimentos como carnes de calidad, mariscos o pescados…