El otoño se convierte en una época de cambio. El clima se modifica, llega el frío, bajan las temperaturas y el retraso de la hora del reloj también tiene sus efectos secundarios. Lo mismo pasa con la alimentación donde aparecen joyas nutricionales típicas de estos meses antes del invierno. Dejamos atrás diferentes tipos de alimentos veraniegos, coloridos y frescos para dar salida a otros propios de esta temporada.

Con el desarrollo de las técnicas agrícolas, la industria alimentaria ya ofrece casi toda la sección de alimentos en cualquier momento. Sin embargo, las propiedades nutritivas de cada producto y su contenido vitamínico tienen un tiempo de maduración concreto. Por ese motivo, desde Rochina rescatamos algunas joyas nutricionales del otoño. Esos superalimentos que se vuelven imprescindibles.

Las mejores joyas nutricionales para la temporada de otoño

Hortalizas: son básicas para incluir en tu dieta equilibrada y tendrás que consumirlas a menudo. Durante el otoño puedes apostar por diferentes hortalizas de esta época como calabaza, berenjena o acelgas. Sin embargo, una de las más recomendadas son las coles (brocolí, repollo, coliflor, nabos o berza) que aportan muchos beneficios nutricionales y gastronómicos.

Frutas cítricas: de nuevo, las frutas se convierten en otro alimento clave en nuestra dieta. La fruta otoñal por excelencia son cítricos como mandarinas, naranjas o pomelos. Son ricas en vitamina C y con una sola pieza podemos cubrir las necesidades diarias de vitaminas antioxidantes. Otras opciones que también muy válidas de esta época son el caqui, kiwi o frutas del bosque.

Hongos y setas otoñoLegumbres: en estos meses ya hemos visto como incrementa el consumo de platos de cuchara. Apetecen mucho más al llegar el frio al tratarse de guisos calentitos y sabrosos. Es ideal la presencia de legumbres como garbanzos, lentejas, judías, alubias o guisantes varios días a la semana. Destacan por su contenido en fibra, hierro y vitaminas que ofrecen una combinación con cereales para una proteína de calidad.

Frutos secos: los frutos secos son alimentos nutritivos y energéticos con un concentrado de proteínas, grasas buenas, vitaminas, minerales y fibra. Esos beneficios nutricionales hacen que se aconseje su presencia en la dieta todos los días, pero con un puñado basta. Un ejemplo son las nueces, almendras o avellanas y en especial las castañas que tienen más presencia esta temporada.

Hongos: posiblemente el otoño sea la temporada alta para la producción de todo tipo de hongos en la naturaleza. Junto a las setas se convierten en auténticos manjares y es habitual encontrarlos los menús de los restaurantes. Eso sí, ten cuidado si sales al campo a cogerlas ya que tienes que conocerlas muy bien o ir con alguien que las conozca. De esta forma evitarás problemas e intoxicaciones.

Y para vosotros, ¿cuáles son vuestras joyas nutricionales preferidas para otoño?